Escena 1 – Int – Día – Camarín
Sofía se pinta los labios, toma aire, sonríe. Habla al
espejo.
Sofía
Para esta noche tengo preparado
algo especial, sabés?.
(mientras habla se
maquilla y mira ocasionalmente a un
costado para dirigirse a su interlocutor). Después de que
los Clowns terminen sus pelotudeces, y el domador haga
su tristisimo acto con esos pobres gatos dopados. Y después
de que Juanse y Mónica se hamaquen por encima de todos,
cuando todo parece terminar, y el público ya está esperando
al primer valiente que aplauda por esa patética performance.
Sofía se sonríe y vuelve a dirigir la mirada a su
interlocutor.
Sofía
Las luces, comienzan de a poco a
bajar su intensidad.
La gente todavía sin saber si se tienen que ir, aplaudir,
reir o llorar.
Humo que sale por ambos costados
del escenario, los
redoblantes que llenan de suspenso la carpa entera.
Toma la tijera,
recoge todo su pelo sobre un costado, mientras habla comienza a cortarlo sin
gran preocupación por su prolijidad
Sofía
Las llamas
forman un circulo enorme en el escenario,
Y como
nacida del fuego sale a escena la magnifica,
La
inigualable, la… (se frena
buscando un adjetivo)
Bueno, vos
ya sabés, etc, etc.
Continúa cortandose el pelo, cada vez más rápido y con menos
prolijidad.
Sofía
Salto por
encima de las llamas, enciendo las antorchas.
Mientras
tres vuelan por encima de mi cabeza levanto
una cuarta del piso con los pies,
y después, una quinta,
a la sexta comienzo a escuchar los murmullos de asombros
El ritmo de corte se acelera a cada palabra.
Sofía
Y justo en ese momento, cuando
los llevé al máximo climax
y el fuego en el escenario
encendió los corazones de cada
uno de esos pobres idiotas. Paro
en seco las 6 antorchas y
con 3 en cada mano todavía ardiendo.
Me reverencio, y espero.
Pero la ovación no se hace
esperar (deja la tijera,
arregla su pelo,
suspira)
Sofía
Y cuando menos se lo esperan (se incorpora), ya con
sus espirítus
rebosando de gozo. Tomo la botella de querosen, y salpico hasta
cuanto espectador me lleguen mis fuerzas. Tomo las antorchas y
las tiro a cada esquina de la carpa.
Y para el gran final, cuando el pánico ya enloqueció a toda la multitud,
se desesperan, empujan, pisan y gritan buscando salvar sus
asquerosas y patéticas vidas. (Toma aire)
Camina hacia su interlocutor, se agacha, y acariciando suavemente la cara del
cuerpo sin vida que hay en el piso.
Sofía
En ese preciso instante, me
lanzo sobre el circulo de llamas, me
dejo consumir por el abrazador y reconfortante calor del fuego.
Y soy libre al fin. Y vuelo. (suspira)
Qué lastima que no vayas a estar para verlo.
Se incorpora, sale del camarín.
A Negro.
